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lunes, 13 de octubre de 2008

La Amenaza Fantasma.

Vivimos una época complicada.

A las tensiones políticas habituales, le debemos agregar un nuevo ingrediente. La Crisis Económica.

¿Que me importa eso a mi?. Podrán preguntarse. Si estoy en lo cierto, y Dios quiera que me equivoque, muy pronto todos estaremos sintiendo sus efectos.

Esta crisis tiene su origen puntual en las conductas casi usureras de muchas empresas del mercado inmobiliario en Usa. Ávidas de ganar dinero, comenzaron a prestar a gran escala a personas que querían cumplir el sueño de la vivienda propia, sabiendo que estas no podrían pagar sus obligaciones. Eso no les importaba a las inmobiliarias, pues si alguien no pagaba su crédito, solo le quitaban la casa y revendían el inmueble. ¿Pero que paso cuando fueron millones de personas las que no pudieron hacerse cargo de sus obligaciones?. Simplemente se dio que se quedaron sin dinero. Debido a eso, el valor de las inmobiliarias se fue a pique, arrastrando en su caída a los miles de pequeños accionistas que invirtieron en ellas ilusionados por el espejismo del dinero fácil, de la especulación vacía. De ganarse la vida sin trabajar.

Al arruinarse los accionistas, arrastraron a empresas de todas las áreas de la economía, pues en todas tenían inversión, provocando un grave colapso. Ante esto, Los grandes capitalistas y fondos de inversión, asustados, empezaron a gemir y llorar para que el gobierno tomara cartas en el asunto, apareciendo lo que yo entiendo como "El Capitalismo Mamon y llorón", ese que privatiza las ganancias, pero sociabiliza las perdidas. Ese que cuando todo va viento en popa pide menos participación del Estado y aumento del espacio privado, pero que cuando se ve amenazado pide a gritos intervención.

El problema esta en que durante las crisis, el consumo disminuye drasticamente, Obvio, todos se ponen a ahorrar y se aprietan el cinturón, desde el pequeño trabajador hasta el mas grande gobierno. Si el consumo disminuye, entre otras cosas lo que se ve mas afectado es la venta de materias primas, que constituyen la principal fuente de ingreso de economías como la de las naciones latinoamericanas.

Esto trae como consecuencia que haya menos dinero. Al haber menos dinero, hay menos consumo, por lo que el mercado disminuye, las grandes empresas empiezan a tener bajas en sus ventas, gana menos y optan por lo mas fácil, venden sus participaciones y se largan, perdiéndose puestos de trabajo valiosos. También los países se ven obligados a disminuir sus políticas publicas de asistencia, con lo que nos encontramos con que los pobres terminan mas pobres, pues les cortan los escasos subsidios que les ayudan a paliar su condición.

Entonces, nos encontramos con mayor desempleo, menos asistencia y ayuda, e incluso con el espectro del desabastecimiento. ¿Saben a donde nos llevan estos tres factores?. Pues nada menos que al HAMBRE.